Quantcast
Channel: Fuera de serie
Viewing all articles
Browse latest Browse all 10

La dignidad de Don Draper

$
0
0

Acabar con un personaje como Don Draper, con el permiso del resto del reparto de Mad Men, no debe ser tarea fácil. No puedo imaginar el dilema que debe suponer decidir cómo acabar una historia personal que se ha ido alimentando con cientos de detalles y secretos hasta moldear su personalidad a la perfección. Al engominado publicista  lo conocemos como si llevásemos media vida trabajando con él, como si fuese ese vecino al que saludamos todos los días en el portal o el amigo con el que salimos a cenar con frecuencia. Pero nuestra relación tiene los días contados, algo de lo que deberíamos ser conscientes y debemos asumir.

Matthew Weiner ante el tan anunciado y misterioso final de la serie, queda únicamente una segunda tanda de siete capítulos que se emitirán el año próximo, ha decidido atreverse con lo único que no le había arrebatado aún a Don Draper: su dignidad. Fuera de lugar, sin capacidad para actuar y, como siempre, sin rastro de felicidad en su existencia. El Don de la séptima temporada  no sabe qué hacer con su relación con Megan,  no ha asumido su ausencia de instinto paternal y se ha hundido en el único ámbito de su vida en el que se mantenía en pie:  su trabajo. Entregado al alcohol, con un poco más de barriga y coexistiendo con las mentiras, el personaje interpretado por John Hamm pierde su aroma a triunfo e incluso esa mirada que dejaba claro que tenía todo bajo control. Permanece su éxito entre las mujeres, algo a lo que ni siquiera se entrega en este gran bache vital.

Conociendo el pasado de Dick/Don se entiende esa falta de apego familiar, esa necesidad de triunfar siempre en lo que hace y ese temor al compromiso. Se comprende también su forma de actuar en cada una de las crisis que ha vivido en siete temporadas. Incluso en esta, que no tiene pinta de ser la última. Don aguanta poco tiempo bebiendo en bata en la terraza y volverá a la oficina Sterling Cooper & Partners, aunque no como él se imagina. Sin sonrisas, sin halagos y sin su puesto de responsabilidad, Don vuelve a empezar desde cero.  Es una auténtica delicia ver que el equipo de Mad Men no se rinde en la última temporada, no cae en tramas sin sentido y vuelve a darle la vuelta a todo sin que huela raro.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 10

Latest Images





Latest Images